Comprar una vivienda es una experiencia tan emocionante como desafiante. La ilusión de encontrar un nuevo hogar puede llevarnos a pasar por alto detalles clave que, a la larga, pueden suponer un problema. En este artículo te contamos todo lo que necesitas revisar, preguntar y comprobar en el momento de visitar una vivienda por primera vez.

Antes de visitar una vivienda por primera vez: prepárate con información
Infórmate sobre la vivienda
Antes de acudir a la visita, asegúrate de tener la siguiente información:
Precio de venta
Es el punto de partida de toda negociación. No solo te dirá si entra en tu presupuesto, sino que te permitirá comparar con otros inmuebles similares en la zona. Revisa si el precio es competitivo, si ha sufrido bajadas recientemente y si está alineado con el valor de mercado actual. También es importante saber si es un precio negociable.
Año de construcción
El año en que se construyó el edificio te da pistas sobre los materiales, la normativa de construcción vigente en ese momento y posibles reformas necesarias. Una vivienda de más de 30 años probablemente requerirá mejoras, sobre todo en fontanería, electricidad o aislamiento térmico.
Superficie útil y construida
Es fundamental conocer ambas cifras:
- La superficie construida incluye muros, tabiques y zonas comunes.
- La superficie útil es la que realmente puedes habitar.
Muchas veces el anuncio muestra la superficie construida, lo que puede inducir a error. Comprueba bien cuánto espacio real vas a tener.
Número de habitaciones y baños
Es una cuestión práctica y de planificación a largo plazo. Asegúrate de que la vivienda se ajusta a tus necesidades actuales, pero también a las futuras (familia, teletrabajo, etc.). Tener un baño extra o una habitación más puede ser una inversión inteligente a largo plazo.
Si incluye garaje, trastero o zonas comunes
Estos elementos aumentan el valor del inmueble y mejoran tu calidad de vida. Un garaje privado ahorra tiempo y dinero; un trastero es esencial si tienes poco espacio de almacenaje, y las zonas comunes como piscina o zonas ajardinadas pueden ser un plus si buscas comodidad y ocio.
Investiga la zona
El entorno es tan importante como la propia vivienda. Revisa:
Servicios cercanos: colegios, farmacias, supermercados
La proximidad a servicios básicos es una garantía de comodidad y calidad de vida. También influye directamente en el valor de la propiedad. Para familias, tener colegios y centros médicos cerca puede ser determinante.
Accesibilidad al transporte público
Una buena conexión en guagua, tranvía o metro no solo facilita tu día a día, sino que revaloriza el inmueble. Si no tienes coche, es esencial. Incluso si lo tienes, una buena red de transporte público puede suponer un ahorro considerable.
Nivel de ruido y ambiente del vecindario
Un barrio puede parecer tranquilo durante la visita, pero cambiar radicalmente por la noche o en fines de semana. Intenta visitarlo en diferentes momentos del día. Pregunta por bares, locales de ocio o incluso zonas en obras que puedan alterar tu descanso.
Revalorización de la zona en los últimos años
Si estás pensando en una inversión a largo plazo, este punto es clave. Barrios en desarrollo o en proceso de rehabilitación urbana tienden a aumentar su valor. Consulta planes urbanísticos o futuras infraestructuras previstas.
Durante la visita: qué observar con detalle
Estado general del inmueble
Inspecciona visualmente estos aspectos:
Humedades, grietas o manchas en paredes y techos
Son señales de posibles problemas estructurales o de filtraciones. No las ignores aunque te digan que “es solo condensación” o “ya está arreglado”. Pueden acarrear obras costosas.
Estado del suelo (especialmente si es parquet)
El desgaste, arañazos o desniveles en el suelo pueden revelar falta de mantenimiento. En el caso del parquet, fíjate si está hinchado, suelto o si cruje, ya que repararlo puede ser costoso.
Calidad de carpintería interior y exterior
Las puertas y ventanas deben cerrar correctamente, ser estancas y tener buen aislamiento térmico y acústico. Las ventanas antiguas o de aluminio simple pueden suponer un gasto en calefacción o refrigeración.
Orientación y entrada de luz natural
Una buena orientación (sur o este, por ejemplo) asegura mayor luz natural durante el día y puede ayudarte a ahorrar en calefacción e iluminación. La luminosidad influye enormemente en la calidad de vida.
Instalaciones y equipamiento
No olvides comprobar:
Funcionamiento de enchufes, interruptores y luminarias
Una instalación eléctrica obsoleta o mal distribuida implica reformas importantes. Comprueba que hay enchufes suficientes, bien ubicados y que todo funciona correctamente.
Presión y temperatura del agua
Abre los grifos y prueba las duchas. Baja presión o dificultad para regular la temperatura pueden indicar problemas de fontanería o calentadores antiguos.
Estado del termo o caldera
El sistema de calefacción o agua caliente es crucial. Pide ver el termo o la caldera, y pregunta cuándo fue la última revisión. Un sistema antiguo supone gastos inmediatos.
Aire acondicionado o calefacción
Comprueba si existen sistemas instalados, si funcionan, y qué antigüedad tienen. En zonas cálidas, un buen aire acondicionado puede ser determinante.
Eficiencia energética
Consulta el certificado energético del inmueble. Cuanto más cerca de la letra A, mayor eficiencia. Desde 2013 es obligatorio disponer de este documento para vender un inmueble. Este certificado te indica el nivel de consumo energético y emisiones de CO₂. Un mal resultado (letra E, F o G) indica que deberás invertir en aislamientos, ventanas o sistemas más eficientes. Esto influye en:
- Ahorro en facturas.
- Sostenibilidad.
- Valor de reventa.
Preguntas que deberías hacer al agente o propietario
¿Qué reformas se han hecho recientemente?
Esto te permite conocer si hay problemas recurrentes o si, por el contrario, se ha hecho una buena inversión en mantenimiento. Pide facturas si es posible.
¿Cuánto se paga de comunidad?
Este gasto mensual puede hacer variar tu decisión. Infórmate también sobre qué incluye: limpieza, ascensor, mantenimiento, etc.
¿Hay derramas previstas?
Una derrama puede suponer un gasto inesperado importante (fachada, tejado, ascensor…). Pregunta si hay alguna en curso o prevista en junta de propietarios.
¿Cuáles son los gastos fijos mensuales aproximados?
Agua, luz, IBI, basura, seguro del hogar… Es clave tener una estimación realista de lo que costará mantener esa vivienda cada mes.
¿Cuál es la situación legal del inmueble?
Confirma si está libre de cargas, embargos, si tiene todos los papeles en regla y si se puede hipotecar sin problemas. Pide la nota simple actualizada.
Aspectos emocionales y prácticos
Más allá de lo técnico, no todo es racional. También debes escuchar tus sensaciones. ¿Te imaginas viviendo ahí? ¿Te inspira confianza y bienestar? El instinto, aunque no es objetivo, juega un papel importante. Una vivienda debe ser una inversión, pero también tu hogar. Valora otros aspectos como:
- ¿Te sientes a gusto al entrar?
- ¿Visualizas tu vida en ese espacio?
- ¿Te transmite seguridad y tranquilidad?
Preguntas frecuentes sobre visitas a viviendas
Sí, es muy recomendable ir acompañado de alguien con experiencia o incluso de un técnico o arquitecto.
Siempre que te lo permitan, sí. Te ayudarán a repasar detalles más adelante.
Puedes solicitar una segunda visita sin compromiso para revisar con más calma.
Nota simple registral, certificado energético, recibos de IBI y comunidad, y escrituras.
Entre 20 y 40 minutos, aunque si tienes muchas dudas puede alargarse algo más.
Visitar bien es comprar mejor
Visitar una vivienda no es solo una cuestión de mirar si te gusta o no. Es un paso clave en el proceso de compra y puede ahorrarte muchos dolores de cabeza futuros. En Ákita Properties te acompañamos en todo el proceso y resolvemos todas tus dudas con total transparencia y cercanía. Contacta ahora con nosotros rellenando el siguiente formulario y uno de nuestros asesores se pondrá en contacto contigo para ayudarte.



